Pernales y los Picarazos
Francisco Ríos González, Alias “El Pernales“, natural de Estepa (Sevilla), fue el último de los bandoleros andaluces. Huyendo de la Guardia Civil, llegó a tierras extrañas para el, junto al niño del Arahal.
Fue en el paraje de las Morricas (Arroyo del Tejo ), en Villaverde de Guadalimar, donde el infortunio quiso que encontrara la muerte. Hoy el Ayuntamiento de Villaverde conmemora los pasos de este desdichado bandolero con la “Ruta del Pernales”, para recordar la leyenda de este personaje amado por muchos y denostado por otros.
Iniciaremos los pasos del Pernales en la plaza de toros de la localidad (punto neurálgico de la vida de la población) junto al panel de información turística de la localidad. Ascenderemos la cuesta de la C/ Iglesia, donde llegaremos a la Plaza Mayor del pueblo, situados en esta, veremos una indicación de la ruta a mano derecha, continuamos por la calle Plaza Vieja Hasta llegar al Paseo de La Constitución, desde el monumento de la Cruz de los Caídos, iniciaremos la subida por la cuesta de la Bolea o El Calvario, lugar de donde desciende la procesión de l Domingo de Resurrección.
Ya en lo alto de la carretera hacía la izquierda encontramos una bifurcación que se dirige hacía un punto de recogida de material voluminoso, desde aquí desciende una senda hacia la izquierda que lleva hacía las escasas ruinas del monasterio de S, Francisco. Visitada la zona retrocedemos hacía el carril principal y continuamos este, dejando de lado el acceso al cementerio.
A unos cuatrocientos metros del cementerio encontramos la zona de acampada municipal. Continuamos el camino, viendo discurrir el Arroyo del Tejo hasta llegar a la zona recreativa del Arroyo del Tejo donde podemos hacer un descanso y aprovechar para llenar nuestras cantimploras de agua.
Seguimos ascendiendo entre las curvas del camino contemplando el Valle del Guadalimar al fondo, hasta llegar a la bifurcación del Pernales, desde el cual se accede a la Cruz, tomamos el camino hasta la explanada llamada Prado de la Rosinda , desde el que continuamos andando y ascendiendo por la senda entre las indicaciones oficiales, desde el prado y en unos diez minutos llegaremos al monolito conmemorativo del acontecimiento. Aquí encontraremos una narración de la vida y muerte del Pernales.
Si lo que deseamos es visitar Los Picarazos (formaciones rocosas con espectaculares panorámicas), debemos situarnos en el camino del Arroyo del Tejo en la bifurcación del camino del Pernales. Tomaremos la ruta de la izquierda hasta llegar a los Cortijos del Arroyo del Tejo, Cortijada abandonada, que visitara El Pernales huyendo de la Guardia Civil. Ascenderemos por el camino hasta llegar a una balsa extinción de incendios, junto a una fuente de fresca agua, continuaremos el camino, hasta encontrarnos una Tejo (especie endémica ), con mas de ochocientos años.
Una vez observado este escaso árbol en la zona, continuaremos la trayectoria hasta llegar a las extrañas formaciones rocosas, desde la cuales podemos divisar una amplia panorámica.
En todo el recorrido encontraremos indicaciones oficiales, que nos permitirán, seguir la trayectoria y sendas sin pérdida alguna. Se trata de una aventura en la que disfrutar del paisaje y fauna junto a la historia.